martes, 23 de septiembre de 2008

Quiero escribir siendo yo. No quiero decir nada siendo "el otro". No puedo, no debo; el dolor es más grande que mi conciencia, que pretende abarcarlo



Carlos Loret de MolaHistorias de un reportero23 de septiembre de 2008
¿Y si no fueron los narcos?


No se puede descartar esa línea de investigación. ¿Pero no será momento de abrir el abanico? ¿Quién más pudo haber sido?
(Foto: AGENCIA ESQUEMA)
Ha pasado una semana y no hay una prueba sólida que conecte al narcotráfico con el atentado terrorista en Morelia. Tampoco una pista que lo desconecte.
A la policía de Michoacán llegaron llamadas de amenaza de que tirarían granadas durante el desfile del 16 de septiembre, pero advertían que atacarían a los soldados, no a la población civil.
Las narcomantas tienen la credibilidad de un testigo protegido: lo que dicen puede ser o no verdad, según sus intereses.
No se ha detenido a nadie a quien la autoridad acuse de estar detrás, y el retrato hablado del sospechoso se parece al jefe de la policía de Michoacán, a Carlos Salinas, a su hermano Raúl, al diputado César Duarte o al Dr. Phil de la televisión estadounidense, es decir, hay 2 mil que coinciden.
A una semana, las autoridades municipales, estatales y federales no tienen la más remota idea de quién lo hizo. En estas circunstancias, ¿tiene sentido seguir casados con la hipótesis de que fue el narco?
No se puede descartar esa línea de investigación que, por puro análisis y perspectiva, resulta la más lógica y coherente, si un acto de esta naturaleza puede ser lógico y coherente. ¿Pero no será momento de abrir el abanico? ¿Quién más pudo haber sido?
Existen grupos de ultraderecha que podrían estar interesados en orillar al gobierno al ejercicio de la mano dura. En el pasado han organizado atentados contra obispos y estudiantes de pensamiento comunista. Han matado indígenas con guardias blancas y consideran que sólo medidas extremas al margen de la ley resuelven los problemas de descomposición social.
¿Y si la guerrilla se animó a dar un paso más para adelante? La respuesta inmediata es que no hay antecedentes de la guerrilla atacando a la población civil. Pero tampoco hay antecedentes del narco atacando a la población civil.
¿Otra ultraizquierda? Los interesados en generar más caos en torno a la administración de Calderón, que buscan —algunos confesos públicamente— derrocar al presidente.
¿Y si fue un terrorista solitario, alguien que actuó sin otra motivación que el desequilibrio mental?
O claro, el narco, en una guerra contra el gobierno en la que no hay un claro ganador, en la que se meten mutuamente goles mientras —como en el futbol— el partido se calienta y los jugadores se vuelven más rudos, las patadas más arteras y el mensaje más claro: Si sigues por ahí, esto es lo que te espera.
Pero, insisto, no hay una sola pista sólida.
SACIAMORBOS
Señores secuestradores que leen la revista Quién:
Señor Secretario de Hacienda:
Otros interesados en mis ingresos:
No tengo un departamento en Cancún, no suelo viajar a Madrid a ver corridas de toros, no voy seguido a Nueva York, nunca he tomado un vuelo a Mérida porque se me antoja comer la cocina local (porque entonces comería diario ahí) y esa casa no es mía. Lo demás es prácticamente cierto.

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